El mejor verano de mi vida. Capítulo final. Parte 5
Encuentros
Para terminar con este relato, he dejado para el final , una retaila de encuentros que fueron sucediendo fugaces a lo largo del verano. Y como han pasado ocho años, pues no recuerdo bien en que momento se produjeron las apariciones. Pero si recuerdo el orden. Así que voy a empezar a contar, como fueron apareciendo esa serie de personajes, que en aquel momento aparecieron y que casi ninguno ha desaparecido de mi vida, unos porque ya estaban y otros porque se merecieron quedar. Y supongo, que yo para todos ellos, también.
Todavía cuando Marcos andaba conmigo, aparecieron recién salidos de Carampa, el Circo Beluí. En aquella época eran tres. Luigi, Isa y Pipo. Salian directamente de la escuela de circo y se piraron con la furgo a hacer calle ese verano, directamente, con un par de genitales.Traian hasta un mini tramp, el Marcos y yo nos partíamos la caja, la de cacharros que sacaban de la furgoneta para ir a currar al paseo, menos mal que el ayuntamiento dejaba, madre mía. Les pasaba lo típico que le pasa a todo el mundo cuando sale a la calle por primera vez, que el espectáculo no está adaptado y por muchas burradas que hagas, la gente se te pira. Yo en aquella época, no tenía mas que dos años de experiencia,con el show entero formado, pero cuando mi conocimiento no llegaba, Marcos exponía la explicación que nos faltaba y ellos la aplicaban. Y en dos telediarios, lo pillaron todo super rápido y empezaron a ganar dinero. Comenzaron a conseguir que las gorras les merecieran la pena. Luego ya afinas con los años, pero en esa situación de verano y siendo tres, la partieron.
Hicimos muy buenas migas, ellos estaban en el camping de Peñiscola alojados, con unas tiendas de campaña y la furgo. Nosotros teníamos ya nuestro campamento montado.
Pero le cambiabamos al Pera igualmente, espectáculos por servicios. Así que entrabamos y salíamos cuando queríamos. El Pera era el jefe del camping. Un fiera. Desde este parrafo, un fuerte abrazo para el Pera.
También, otros viajeros que coincidieron en el pueblo y en el tiempo con el Circo Beluí, fueron Yago García con Yaguete filete y Carmencita descalza, con una estatua muy viviente, que se llamaba la pescadora de sueños si no recuerdo mal.
Conocer a Yago y a Carmen, fue importante para mí. Sobre todo por aprender de gente que en aquella época yo tenia apenas cinco años de experiencia y dos o tres con el show y ellos llevaban ya quince con el oficio. Fué un absorber continuo.
Lo pasábamos muy bien todos en el camping, había un cacho poblado montado que te cagas. Una “circo fabela”, dentro del camping.
Para mas interés de la historia, eramos pocos y parió la abuela. Sonó el teléfono un día y era el señor Mike Dos Perillas.
Habían ido Mike, el gran Mariano Natuzzi y Anita dinamita a Europa del este en furgoneta los tres. Venian como extraviados y sin un pavo. Al llegar, Mike y Marino se montaron un espectáculo y recuperaron.
Fue muy especial para mí, un día. Que decidí tirarme una función bastante tardía. El espectáculo había cuajado ese verano y me sentía muy fuerte. Y en vez de ponerme nervioso, cuando en primera fila vi a todos mis amigos sentados para verme. Me crecí. Pero me crecí con cautela, me crecí con esmero, me crecí con educación y estilo. Una hora y cuarto de función, haciendo reir a los míos.
Y aunque el ser que mas se volcó con mi aprendizaje fue el doctor kuelguin, el señor Mike Dos Perillas; Ha sido siempre un gran maestro y una inspiración personal. Y ha protagonizado momentos de mi vida, que han sido autenticas patadas hacia arriba.
Y fué él, quizas injustamente por parte de la vida que no estuviera el Dr para verlo, fué Mike Dos Perillas quien fue testigo de mi primera gran reventada.
Y es así como este relato acaba, con lo que pasó después de la función, cuando ya nos íbamos. Yo iba retrasado por llevar los trastos. Y Mike se detuvo y vino, me miró y me dijo; “Enhora buena, hermano. Lo has conseguido”. Y este relato termina mezclado, con el abrazo que nos dimos.