En 1915 consiguió su primer trabajo como malabarista en el circo Truzzi. Un año y medio más tarde su padre empezó su propio circo. Contrató a Rastelli como malabarista junto con su madre, una artista privilegiada. Pero la primera guerra mundial acabó con el espectáculo y la familia huyó a Rusia y consiguió fama en Italia por estar en el anonimato. Se casó con Stella-Henriette Price y llegó a ser una sensación en las noches del circo Gatti.
En 1922 estuvo en el Hipodromo de Londres y un año más tarde en el de nueva York. Su actuación fue muy animada y contrastaba el movimiento con el equilibrio. En una rutina se sentó en un taburete con un balón en cada pie y otro en cada rodilla, dos más encima de un palo que aguantaba con la boca y otros dos en equilibrio de la misma manera sobre un palo en su frente. Con ésto perfectamente en equilibrio hacía rodar un balón por cada uno de sus dedos.
En otro truco se quedó en quilibrio sobre su pie derecho, mientras que en su tobillo izquierdo hacía girar un aro. Un palo rotaba en su frente, hacía girar un balón con su mano derecha y lanzaba tres palos en su mano izquierda. Los espectadores de toda Europa y América en su segunda gira de 1928 quedaban asombrados. En un número botaba un balón sobre su cabeza, movía seis platos, giraba un aro alrededor de una pierna y saltaba a la comba con la pierna que le quedaba.
Rastelli practicaba de sol a sol, constantemente recordándose a si mismo que cada minuto de su vida debía centrarse en el avance de su técnica. Su mujer dijo una vez: “¡quiere movimiento, práctica, práctica! Ni café, ni vida social, ni escursiones… pasábamos el día entero en el teatro. Él entrena, nosotros miramos. Y perdone que le diga, ¡no lo cambiaríamos por ninguna otra vida!
Ella y otro hombre llamado Umberto Schichtolz trabajaban como sus asistentes durante los 30-45 minutos de show. Él hablaba con ellos durante largos ratos mientras botaba los dos balones con su cabeza.
Trabajaba con varios aparatos grandes. Se ponía boca abajo en equilibrio sobre su cabeza mientras hacía girar un aro con su pierna derecha y jugaba con 3 bastones. También se tumbaba boca arriba sobre un globo muy grande, movía tres palos, giraba una estrella sobre el dedo del pie, un aro con el otro pie y una pequeña estrella sobre un palo en la boca.
Nunca malabareó en cascada de ninguna forma, prefiriendo los números pares de objetos. Era un completo maestro de los ocho balones y fue conocido por haber lanzado diez en ducha en una ocasión en Rusia. Usaba palos de madera con un asa en un lado. Podia lanzar seis muy bajos y a un ritmo increiblemente rápido y también podía hacer ocho. Actuaba con seis antorchas y mostraba una gran destreza física cuando jugaba con tres en cada pierna mientras andaba haciendo la vertical sobre un escenario.
Tenia un truco peculiar para superar el número típico de lanzamiento de platos llegando a lanzar ocho. Empezaba con tres en cada mano y cogía el último par con unas polainas que llebava en las piernas. Todo esto mientras mantenía en equilibrio un objeto en su frente.
Su muerte a los 34 años en Bergamo fue prematura e inesperada. La causa fue una infección provocada por el palo de la boca. Aunque los médicos prohibieron su última actuación por un empeoramiento de la enferrmedad, debido a que los beneficios de la actuación iban a ir a parar a los indigentes de la ciudad, Rastelli se empeñó en actuar. El teatro superaba su aforo y él queria crear una actuación memorable. Pero cuando el telón cayó, él estaba exausto y roto. El esfuerzo supremo había acabado con su fuerza vital y las sombras estaban ya cayendo sobre él.