MALABART

Lapso producciones nos habla de su «UNIVERSO»

Pauline Avignon, Bretaña, Francia

20 Enero 2017

Hace un par de años, Malabart cruzó su camino con el de tres grandes artistas : Rafael Rivera, Antonio Campos y su hermano Rafael Campos. Estas tres grandes personas tienen un universo muy suyo, hecho de música ecléctica y de muy buen gusto, clown sensible y altamente inteligente, teatro no convencional, creatividad explosiva, y sentimientos a flor de piel. Todo esto concentrado en una entidad, «Lapso Producciones», que les permite expresar todo aquello en escena, discos y vídeos, para el disfrute de todos. Después de su paso por la Gala Malabart del 25 de noviembre del año pasado, trasladaron su instrumentos y otros ingredientes escénicos a Haría en la ocasión del 10º Aniversario del Primer Festival Internacional de Circo y circo-Teatro del año, el festival MalabHaría. Os dejamos con nuestras conversaciones entre volcanes y Atlántico.

Acabáis de ganar el “Premio MalabHaría” en el primer festival de circo y circo-teatro del año. Este premio se otorga a los artistas que más se acercan al espíritu del festival. ¿Cómo habéis vivido la conexión con el pueblo lanzaroteño de Haría?
Rafael Campos: Comenzar el año participando en un Festival tiene su punto, más aún cuando coincide en un lugar tan especial y con gente que merece la pena compartirlo todo. Y nos referimos tanto a los artistas, compañeros y organización, como al público. Se han alineado los astros y lo que podía haber sido una semana de trabajo más o menos normal, ha sido toda una experiencia muy gratificante. Ha fluido. Cierto es que ir a MalabHaría con nuestro espectáculo «Clásicos Excéntricos», y los recursos que extraemos de éste para participar en las galas, nos lo pone bastante fácil. El espectáculo y los números están siendo todo un éxito y además estamos en nuestra «salsa» combinando música, clown, teatro, circo, en definitiva, un trabajo que nos permite jugar con nuestra esencia y disfrutar al máximo. Eso se nota y el Festival nos ha dado un premio a nuestro trabajo y a nuestra actitud que nos ha cargado las pilas, nos ha ensanchado el espíritu y nos ha motivado a seguir apostando por lo que nos gusta. Algo mágico hay en Haría y hemos tenido la fortuna de poder estar allí y vivirlo.

Lapso Producciones en “Festival Internacional de Circo MalabHaría 2017”

Fotografía by Pío Morales

Se os llama bajo varios nombres “El Cuarteto Maravilla”, “La Maravilla Gipsy Band”, “Lapso Producciones”, y eso es el síntoma de vuestra gran versatilidad. Contadnos lo que se esconde detrás de cada uno de esos nombres
Antonio Campos: Si tuviéramos que ordenar esta respuesta de alguna manera empezaríamos con «El Cuarteto Maravilla». El nombre con el que dimos a conocer nuestro primer trabajo juntos como compañía en 2003. Aunque ya veníamos dedicándonos al teatro y la música años atrás, fue en esa fecha cuando comenzamos a llamarnos como «El Cuarteto Maravilla», una línea de trabajo común, que seguimos desarrollando, en torno al clown y la música con la que montamos nuestro primer show de calle y que gracias a su versatilidad hemos podido hacer hasta hoy más de 1.000 actuaciones. Esto nos ha dado tablas y muchos kilómetros, pero también mucho que pensar para que la demanda de este espectáculo no nos limitara a hacer eso solamente. Seguimos teniendo inquietudes artísticas. Posiblemente seamos unos inconformistas pero nos lo tomamos bien. Por eso, seguimos creando y montando otros espectáculos. Algunos más teatrales, otros más musicales, enfocados a la calle, a sala, a espacios insólitos… Si echamos la vista atrás ya contamos en nuestra trayectoria con algo más de 10 producciones propias («La Maravilla Gypsy Band», «Luces de Variedades», «Lapsus», «Sub», «Clásicos Excéntricos» entre otras) y algunos trabajos para otras compañías, lo que nos ha permitido experimentar suficiente como para encontrarnos con un abanico de géneros y estilos, que aunque puedan tener nuestro sello, llegan a ser muy diferentes. Todo esto nos lleva a crear una «entidad» que pueda albergar todos estos trabajos realizados y los que estén por venir. Es ahí donde nace Lapso Producciones.

“¿Quién ha dicho que no se puede tocar Bach con bocinas o botellas?”

Además, tenéis una “Carta de servicios” en la que proponéis “producción integral o parcial” a terceros. ¿Sois los únicos a cargo de ello, o estáis asociados con otras personas para proporcionar esos servicios?
Rafael Rivera: Aunque se nos conoce más en el ámbito artístico, con nuestros instrumentos y atrezzo sobre el escenario, también tenemos una faceta gestora y nos encargamos de todo lo que está en nuestras manos. Desde que comenzamos a trabajar juntos hace casi quince años, nos preocupamos bastante en mantener una estructura empresarial independiente que nos diera soporte legal y que procurara ofrecernos las condiciones de trabajo que más nos gustasen. Nos hicimos Sociedad Cooperativa y trabajamos de manera horizontal repartiéndonos tareas y responsabilidades. También contratamos personal y servicios externos para intentar que el engranaje funcione. Todos los servicios que ofrecemos están basados en trabajos que hemos realizado a lo largo de nuestra carrera por lo que podemos decir que ponemos a disposición de otras compañías y compañeros toda nuestra experiencia y capacidad. No tenemos la clave del éxito pero pensamos que nuestra forma de hacer las cosas no va por mal camino ni es una fórmula secreta que no debamos compartir.

Lapso Producciones en “Festival Internacional de Circo MalabHaría 2017”

Fotografía by Pío Morales

Aunque fundamentalmente músicos, vuestro vínculo con el mundo del circo es palpable. Vuestros espectáculos acogen clown y teatro, escenografías y vestuarios muy trabajados, habéis colaborado con números circenses tocándole la música en directo, y sois los compositores de la banda sonora de “Instante” de Varuma Teatro. ¿Podéis completar la lista de los vínculos con el mundo del circo?
Antonio Campos: El mundo del circo forma parte de nuestra carrera. Puede que tenga que ver con nuestros orígenes cuando trabajábamos con acróbatas y malabaristas en nuestros espectáculos, puede que algo de una época donde trabajamos algunas disciplinas físicas se haya quedado en nuestro imaginario, puede que el haber estado rodeado de compañeros que conocían y apostaban por el circo desde hace ya un montón de años y que aún siguen haciéndolo nos haya marcado una forma de hacer y entender las Artes Escénicas que nos vincula a este mundo; nuestra pasión por el clown también nos acerca al circo… ¡y la música va de su mano! Nos sentimos afortunados de poder tener una perspectiva circense en algunos de nuestros trabajos, incluso en los que ni lo pretendemos, siempre queda algo plasmado. Está ahí. Hay también otros proyectos circenses en los que hemos participado como La Carpa Espacio Artístico, en Sevilla, donde realizamos tareas de gestión y programación entre otras, o la colaboración con la ACA, Asociación de Circo de Andalucía, de la que somos socios y miembros de la Junta Directiva desde el 2015.

Una de vuestras marcas de fábrica es la utilización de instrumentos bizarros. ¿De dónde os viene está curiosidad y necesidad de investigación en la música?
Rafael Rivera: Es bastante probable que la gente que nos conozca piense de nosotros que somos un poco raros. Y nada más lejos de la realidad. No todo el mundo tiene la suerte de ser una persona normal, y a los que «nos ha tocado estar tocados» no nos queda otra que aceptarlo, vivir con ello y a ser posible, disfrutarlo. Por si no se nos entiende bien, cosa que a veces pasa cuando quieres explicar algo y no encuentras las palabras adecuadas, queríamos intentar poner en pie esta respuesta hablando de esa locura o punto de vista clown que nos es inevitable a veces y que nos lleva a descubrir otras formas de poner en escena ideas o piezas. Y lo hacemos con lo que tenemos, con nuestras limitaciones y virtudes para finalmente ofrecer un espectáculo que pueda transmitir y llegar al público, mostrando que las cosas no son inamovibles, que no son solo de una manera, sino que se pueden hacer de muchas formas diferentes y que pueden ser igualmente válidas ¿Quién ha dicho que no se puede tocar Bach con bocinas o botellas?

Tanto con “Lapso Didácticos” como el espectáculo “Clásicos Excéntricos”, buscáis acercar la música clásica al público en general, a través del humor y la desmitificación de este mundo visto demasiadas veces como lejano y frío. ¿De dónde os viene está idea?, ¿Cómo se acoge en las escuelas y en los teatros?
Rafael Campos: La idea parte de nuestras propias vivencias. Normalmente, y por lo que nosotros hemos visto, para asistir a un concierto de música clásica hay que seguir un cierto protocolo. Hay que saber estar cuando se presentan este tipo de obras. Por lo general tienen formatos muy concretos y se asiste al programa de la manera establecida. Nosotros no pretendemos quitarle valor a esto, ni mucho menos, pero en «Clásicos Excéntricos» encontramos la oportunidad perfecta para plantear un concierto de música clásica utilizando diferentes recursos escénicos que dominamos y que aportan una dinámica y un ritmo perfecto para todo tipo de público. La utilización del clown y de los instrumentos insólitos ofrece una constante sorpresa que mantiene la atención de los espectadores de muy diferentes edades. Utilizamos ingredientes suficientes para hacer un recorrido significativo y original por la historia de la música clásica y el resultado está siendo todo un éxito. Durante 2016 han podido disfrutar del espectáculo más de diez mil espectadores, tanto público general como pertenecientes a la comunidad educativa. Y es que nos hemos encontrado con un espectáculo que además de tener un formato teatral / musical, tiene un contenido didáctico bastante interesante. Hemos estado girando con este espectáculo por programaciones culturales y festivales pero además estamos participando en numerosas campañas de teatro escolar a nivel nacional e incluso nos llaman de los Conservatorios de Música. Está siendo un placer enorme ver cómo, cuando acaba el espectáculo, los niños salen entusiasmados con esta visión de la música que les estamos ofreciendo. Salen motivados, con ganas de hacer música, habiendo pasado un buen rato de risas y después de haber escuchado obras que conocen pero que les han sorprendido.

Construir instrumentos “cotidiáfonos” es una de las propuestas de “Lapso Didácticos” ¿Os han sorprendido los niños y adolescentes con sus creaciones? Dadnos unos ejemplos…
Rafael Rivera: La construcción de este tipo de instrumentos es algo que nos parece muy interesante. A nosotros mismos nos ha estimulado bastante y nos ha abierto las puertas a una línea de trabajo que seguimos desarrollando. Es algo con lo que la creatividad se fomenta y después de haberlo experimentado en primera persona pensamos que es fundamental para el campo educativo. Hasta el momento, desde nuestra nueva área «Lapso Didácticos» sugerimos a los centros escolares, mediante unas guías didácticas que hemos elaborado para el espectáculo, diferentes actividades que pueden realizar antes, durante, y después de la función. Entre estas actividades está la construcción de instrumentos cotidiáfonos que pueden trabajar en clase. Es increíble cómo puede hacerse música con algunos elementos que están al alcance de todos y que pasan desapercibidos. Por ejemplo, han podido hacer un xilófono con herramientas metálicas de distintos tamaños como la llave inglesa o comprobar como llenando a diferentes niveles varias botellas de vidrio se pueden tocar notas de una escala. En estas actividades es importantísima la implicación de los maestros y por suerte cada vez hay más docentes preocupados por estos trabajos.

Lapso Producciones en “Festival Internacional de Circo MalabHaría 2017”

Fotografía by Pío Morales

Nos ha llamado mucho la atención vuestro “Work in progress”, el “Proyecto Voltaire”. ¿Tendrá forma de concierto o de espectáculo?, ¿Por qué haber elegido el nombre de un filósofo francés del siglo XVIII?
Rafael Campos: «Proyecto Voltaire» es un concierto aunque en su ADN están marcados algunos de nuestros registros inevitablemente. Estamos inmersos en esta nueva creación y la estamos disfrutando al máximo. Es un trabajo diferente al que venimos realizando hasta ahora. El humor no es su característica fundamental. Partimos de conceptos artísticos y musicales para dar forma a un concierto donde el público puede dejarse llevar para experimentar sensaciones y visualizar imágenes que sugerimos con las piezas que tocamos. Al igual que hizo François-Marie Arouet «Voltaire» con su seudónimo, nosotros usamos las sílabas de la palabra re-vol-tai (‘revoltoso’) en otro orden, ya que este proyecto es la materialización de la revuelta o mezcla de todas las cosas que tenemos en la cabeza, mezcla de lenguajes teatrales y musicales e ideas diversas de las que partimos para esta creación. Proyecto Voltaire – Música de Mobiliario, como se llama este primer trabajo en esta línea, nos permite experimentar libremente con la música para crear una atmósfera de imágenes y sensaciones con aire minimalista, donde pueden apreciarse influencias circenses, cabareteras y dadaístas.

Además, el «Proyecto Voltaire» cuenta con un vídeo “40º de reloj despertador” que parece un corto en toda regla. ¿Está previsto seguir experimentando en el ámbito audiovisual?
Antonio Campos: Aunque nuestra principal inquietud es experimentar sobre el escenario, entendemos que «Proyecto Voltaire» no es una propuesta escénica al uso, así que queremos imprimirle un carácter especial a todo el material audiovisual que vamos generando. Lo mejor de todo es que con esta propuesta estamos consiguiendo un grado de libertad creativa muy estimulante y nos permite jugar, contar y transmitir ideas que a veces en el escenario es complicado. Permanezcan atentos a sus pantallas…

Lapso Producciones en “40º de Reloj Despertador”

Video by Lapso Producciones

En vuestra página web, habláis de “Lapso Producciones” como un “nuevo horizonte”. ¿Qué proyecto imagináis y deseáis para vuestra empresa?
Rafael Campos: Lapso Producciones es la muestra de nuestra propia evolución, de nuestra madurez. Una entidad que hemos creado y engloba nuestros anteriores trabajos y que sirve de soporte a lo que está por venir. Seguimos teniendo proyectos, inquietudes, ganas de aprender, de trabajar con más gente y de crear espectáculos y proyectos que puedan llegar a todas partes, y a ser posible, a todo tipo de público. Que nuestro trabajo llegue a calar y pueda ser recordado o entendido como una forma de expresión, que divierta y conmueva, que forme parte del imaginario colectivo y sirva para algo más que el puro entretenimiento, es un sueño por el que trabajamos a diario en nuestra empresa, en nuestro proyecto.

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