Aventura pirata. Capítulo 4. Solo hay una dirección, «Palante».
Domingo por la mañana, despertamos. Llueve, llueve mucho. Vamos a desayunar. Echamos el diesel B. Suficiente para volver.
El viaje sin percances, a 140 por hora con una paradita, llegamos a la plaza mayor de Madrid a la hora mágica, la llamamos la hora mágica porque llegas y aparcas. Como se te pase veinte minutos la has cagado. Pero llegamos justo a tiempo. Marcos se queda durmiendo en la furgo un rato y yo me tiro una funcion bastante dura. Justo por eso decidimos irnos, Madrid esta muy duro. Paso de currar mas. Llega Marcos y lo mismo. Pero bueno, todo suma. Dos diitas en Madrid y a atacar Valencia otra vez.
Salimos el Miercoles por la noche, asi llegamos a Valencia de madrugada y aparcamos sin problemas. En el mismo barrio que la otra vez, a quince minutos del centro y con sombrita. Nos echamos a dormir, en esta tanda ya no hay hotel que valga, cuatro dias en la furgo aparcados en la ciudad.
Al despertar corroboramos que estamos a la sombra, es un puntazo. Desayunamos, preparamos todo y nos disponemos a salir. Lo cargamos todo en los carros. Y en cuanto me pongo a andar, noto algo raro. Mierdaaaaaaaaa, la rueda del carro destrozada. No me lo puedo creer, el otro dia estaba bien. Hay una ferreteria pero esta cerrada, es la hora de comer. Le digo a Marcos que tire él y yo me espero a que abran.
Como, me tumbo un poco y a las cinco estoy en la puerta. Compro un par de ruedas, es mejor ya cambiar las dos, con la suerte que tengo y lo raro de la averia no me arriesgo.
A las cinco estoy en la plaza de la virgen con mis cosas y mis dos ruedas nuevas.
Esta Marcos comenzando a currar. Le espero y tiro yo. La situacion ha cambiado, ya esta todo con mucho mas ambiente, la funcion de Marcos ha ido bién. Me empieza a entrar la duda, me la saco de la cabeza en dos razonamientos, no tengo tiempo ahora ya de aguantarme a mi mismo.
Estoy preparando el sonido y me doy cuenta de que se me ha olvidado coger el cable del ampli grande, el de sonido, me he traido jag-jag y necesito cannon-jag. En Madrid uso un ampli mas pequeñito y manejable.
Miro al cielo, me dan ganas de arrancarme los pelos. Uso el cable de Marcos, mañana buscare donde comprar uno. Empiezo la función, todo marcha, de repente se me mete un borracho en el corro, me está dando la funcion todo el rato, lo toreo, como no empatiza con el publico y lleva mal rollo, lo empiezo a humillar, a ver si se va, salen buenos chistes pero el cabron aguanta ahí, es inmune a los abucheos, la gente no lo quiere pero a él le da igual, me jode chistes, me destruye la armonia. La continuidad. Lo voy salvando. Al final ya termino el pase, función salvada pero mediocre. Intento apaciguar mi interior, no trascenderlo….pero va el capuyo del borracho y viene hacia mí, la funcion ha acabado pero mucha gente sigue ahi. Se me prenden los ojos de fuego y lo cojo por el cuello, he reventado. Viene Marcos, me tranquiliza. Del cuello agarrado le empujo para atras y me lo quito de encima. Al final entre Marcos y unos chavales que lo habian visto todo lo persuaden y se vá.
La suerte no esta de mi parte.
Es Jueves, mañana sera otro día. Mañana ya es festivo completo, pero la plaza del ayuntamiento no la cortan hasta la tarde.
Al despertar me meto en internet y encuentro una tienda de sonido que abre hasta el medio día, voy para allá y compro el cable. Vuelvo, como y al ataque. La plaza ya está cortada, todo es peatonal. Sobre las cinco ya estaba alli, hoy cada uno se habia ido por su lado. Por fin, ya todo listo. Preparo tranquilamente todo, me pongo el micro y me dispongo a probar el sonido. Este espacio ya no es la plaza de la virgen. El sonido no rebota.
Enciendo el ampli, enciendo el micro y digo; chananana. Ese chananana no ha sonado como debe, voy al ampli y subo el volumen. Pruebo otra vez, suena, pero no como debiera, no se que pasa, no me lo puedo creer, vuelvo, lo subo al tope, deberia de acoplarse y no da los doscientos vatios ni de coña. Mi reacción ya es echarme a reir. El micro está bien, todo está conectado correctamente, la calle se está llenando. Al final decido hacerlo a lo que de, lo pongo al tope y comienzo a trabajar… nada, demasiado ruido, no llego, el viento no sopla de mi lado. Acabo como puedo y pongo la gorra al final. Que impotencia, a lo mejor es el cable que está mal, hasta el sábado por la mañana no vuelven a abrir.
No me rindo, algo suena, solo tengo que elegir el sitio, más tranquilo.
Pero es un follón, no ha sitios tranquilos en Valencia en fallas.
Decido tomármelo con calma, espero, me pongo a hablar un rato con otros artistas. Aparece el Marquetes, se lo cuento y no se lo cree.
Nos tomamos un café. Suenan petardos como si fueran bombas.
Empieza a ser insostenible. El ampli no puede con este ruido.
Al final cojo el carro y me voy a patear, no me rindo, no puedo… no tiene sentido. Hay que seguir como sea. Y doy con un callejón, hay poca gente, pero hay gente, he trabajado asi muchas veces. Ahí el ampli si que llega, está al tope, pero se oye y no acopla ni nada, comienzo a convocar lento pero va saliendo, acabo cerrando el corro, todo marcha entran los chistes, los ejercicios los clavo. Por fín, un reventón, paso la gorra y eso pesa como hacia mucho que no pesaba. Menos mal. Pero en esa calle ya no queda nadie. Es tarde, las calles principales siguen reventadas. Pero no llega el sonido. Hay que buscar otro hueco. Me voy hacia la estación de autobuses, que tiene una plaza. Ahí, si. Me pongo a convocar, todo marcha otra vez. Pero derepente llega un guardia de seguridad y con muy malos modales me echa de allí. Le mando a la mierda, la tenemos. Mal rollo. Al final recojo. Estoy derrotado. Decido irme a la furgo, es Viernes. Apenas llevo tres funciones, pero decido esperar e ir al día siguiente a la tienda de sonido. Cuando marcos llega, ponemos su cable y nos damos cuenta de que es el cable que me han vendido. Puede estar mal. En un momento me fijo que el cable de Marcos es mono y el que me han vendido es estereo. Ahí va a estar el fallo. A la mañana siguiente voy a cambiar el cable y el dependiente me dice que, efectivamente, todos los micros funcionan en mono. Nunca te acostarás sin aprender una cosa mas. Ésta ya no se me olvida.
Vamos al ataque otra vez, cable correcto, todo ok. Encuentro un sitio y me pongo a currar. Una funcion, reventón. Toma yaaaaa. Segunda función, bien. Esto ya va tirando. Empiezo la tercera y a la mitad, se me va la bateria. Imposible, son doce amperios, da para cinco funciones. Acerco al público y acabo la función a capela en medio de ese infierno. Acabo destrozado pero la gorra bien. Hoy ya doy el dia por terminado. Tres funciones, mañana más, las fallas acaban el Lunes, tengo un domingo por delante igual que el sábado, si repito lo mismo salvo la feria. Como decía un compañero: «La feria no acaba hasta que no acaba». Llevo cinco funciones, a ver si mañana salen tres. Estoy confundido por los sucesos, pero orgulloso de mi lucha. Preocupado por la batería, no tiene sentido.
Se me vienen a la mente unos versos;
lleno de dudas.
Abarrotado de sentimientos.
Cansado de golpes.
Pero a veces el sinsentido
da sentido a los sentidos.
La vida que quiero
no se salva del fuego.
La vida de la que huyo
se quemó en el infierno.
Cuesta perderte,
lo mismo me costó ganarte.
Pero pase lo que pase
siempre nos une el arte.
Vida de senderos
caminos pendencieros.
Hace ya tiempo que no pago en la autopista.
La lucha, mi casa, su ducha.
Caricias que nunca diste
calles que no escogiste.
Futuros inciertos a los que no llegas nunca.