El Festival MIMAA es un festival de artes escénicas que quiere ponerlas en valor ofreciendo calidad, tanto en lo artístico como en lo humano. Pretende mostrarlas y acercarlas a todos y apoyar al sector a todos los niveles; artistas, técnicos, voluntarios, instituciones y todos aquellos que quieran formar parte.

¿Por qué decimos poner en valor?
Ya sabemos que las artes escénicas son las artes menores dentro del mundo del arte pero paradógicamente, son las más inclusivas, las que permiten sumar sin reglas establecidas y las que, muy a menudo, suceden en los espacios donde todos pueden disfrutar; el espacio público.

Desgraciadamente, todos aquellos implicados no son valorados como se merecen y, los organizadores y directores del festival, quieren cuidar al detalle todas las funciones que caben para hacerlo realidad.

No se centran en ninguna disciplina en concreto pero, lo que sí tienen claro, es que la programación les nace del corazón, de lo que han visto, vivido y sentido y les ha marcado para siempre. Así pues, dentro del festival podemos encontrar disciplinas como: circo, payaso, títeres, música, performance, site specific, danza, teatro gestual…

No se cierran puertas, todo lo contrario, todo aquello que su retina vaya filtrando hasta llegar al corazón será propuesta asegurada para el festival MIMAA!

La parte humana es imprescindible para MIMAA. Cuidar, mimar. Hacer hincapié en ello, tan necesario hoy en día en una sociedad capitalista donde el individualismo reina por encima de tantas cosas.

Creen firmemente en que las artes mueven, rompen, construyen y abren nuevos paradigmas en las personas, así como ofrecen un oasis donde soñar, donde todo es posible… lo hacen en espacios públicos, con toda la diversidad de personas que quieran estar, sin excepción y sobre todo, sin exclusión.

Por eso no quieren ser un “gran” festival en cuanto a cantidad de oferta artística, sino que quieren ser un “gran” festival en calidad en todas las ramas posibles que les brinda la experiencia.

Quieren hacer de los tres días un espacio físico y temporal en el que todo sea posible.
Un espacio en el que nos encontramos, mezclamos y relacionamos con un mismo fin. Donde la sonrisa y las emociones nos unen y donde, por encima de todo, disfrutamos.