El riesgo es una gran parte del circo. Las cosas que hacen nuestros artistas son literalmente un desafío a la muerte. El público viene al circo para sorprenderse, para ver a los artistas caminar por la línea de la vida y la muerte, para vivir la vida al límite, para hacer las cosas que nunca se atreverían a hacer. Nuestro festival inspira y sacude a cada generación que lo vive. El festival ha alterado el tejido cultural de Tralee. Las mayores estrellas internacionales del circo y el teatro callejero son traídas anualmente a la ciudad, un lugar que tradicionalmente no habría visto mucho de esta forma de arte. El circo es una forma de arte de entrada, que lleva a la gente a la maravilla y la alegría de las artes. Cuando el público viene a nuestros espectáculos y tiene una experiencia increíble, edificante y divertida, es más probable que vuelva a involucrarse con las artes, el teatro, la música y las actividades que enriquecen la vida y la cultura. El público ha tomado clases de trapecio y también ha participado en una banda de payasos, ha aprendido a caminar sobre la cuerda floja, ha realizado talleres de teatro de calle y dramaturgia circense, culminando con actuaciones durante el festival. Cada año se contratan artistas locales para que reflexionen y creen basándose en lo que ven, sienten y experimentan durante el fin de semana del festival.